El yoga, con sus diversas
prácticas físicas, espirituales y meditativas, tiene grandes y beneficios en
nuestro bienestar integral. En el físico, entre otras cosas, nos hace más
conscientes de los ritmos y necesidades naturales del cuerpo, fortalece los músculos
y huesos, retrasa el proceso de envejecimiento, aumenta la energía vital, da
flexibilidad y equilibrio, oxigena y limpia nuestros órganos, beneficia nuestro
sistema cardiovascular, endocrino, digestivo y respiratorio, abre los canales
energéticos y equilibra los
chakras.
En el plano mental disminuye el
estrés, favorece la concentración, la capacidad de razonamiento y nos levanta
el ánimo. También nos trae armonía interior, que muchas veces nos ayuda a
dormir mejor, disminuye la tendencia a reaccionar con rabia o tristeza ante las
situaciones, ayuda a la superación de miedos y tener un pensamiento positivo.
El equilibrio interior y la
apertura de corazón repercuten no sólo en una mejor forma de relacionarse
con el mundo, y una mejor experiencia vital, sino también en la salud física.